Me despierto un domingo de verano. A
las 11 de la mañana. ¿Qué mejor que hacer cuando aún te sientes
cansado de ayer, y todo lo bueno del verano -excepto el calor- lo
tiene el pueblo de al lado? Película. De dibujos. Recomendadas por
unos cuantos amigos frikis. Con una valoración de
8.4 en series.ly,
y de un
7,3 en filmaffinity.
Yo, mientras la veía, he reído en unos
cuantos momentos, he rememorado vivencias personales, y hasta incluso
se me ha escapado alguna lagrimilla –aunque, en persona, negaré
haberlo hecho...–. La cosa es que he visto –o visionado, si nos
ponemos un poco
Boyero– 'Cómo entrenar a tu dragón'. La primera.
La segunda parte creo que la veré en breve en pantalla grande...
Tras terminar de verla he colgado este
tuit:
Y ahora me explico, más ampliamente, a
través de puntitos numerados –que queda muy naif y al motor de
búsqueda de google también le mola- lo de por qué
'Cómo entrenar a tu dragón' “La deberían poner en
los coles”.
1.-
En la película se
hace una apología manifiesta –o al menos en mí se ha manifestado–
al pensamiento disruptivo y al salir del círculo de confort. En
momentos en los que se intentan incluir en los currículos no solo
escolares, sino también de secundaria y universitarios, materias
cuyo tema principal es el emprendedurismo, ¿por qué no ponerles a
los peques una peli que les -nos- anima a mirar
más allá de los muros establecidos? Hipo, el prota de la historia, es vikingo. Y como
vikingo, debe matar dragones. Pero ¿por qué en vez de matarlos, no
hacerse amigos de ellos?
2.- El 'ser amigos de los
dragones' me lleva a este segundo punto.
Apreciar y cuidar como se
merecen a los que pueden llegar a ser nuestros mejores amigos: las
mascotas. Eso también lo enseña la película. Porque que los más peques tengan mascotas es algo
muy bueno... Os mentiría si os
dijera que no me he acordado de mi Lacki (mi perrete)
al ver los ojitos de Desdentao, el dragón amigo de Hipo... Creo que el que tiene un
mascota, hablo de perros y gatos, principalmente (los peces de
colores hacen compañía pero no los puedes achuchar...), me
entienden; los que no,
¿qué hacéis que no adoptáis uno?
3.- Formar a los padres del futuro para
que escuchen a sus futuros hijos. Durante la peli vemos la distancia
emocional existente entre Hipo y su padre y jefe vikingo, Estoico.
Finalmente, los pensamientos y actitudes del hijo son puestos en
valor por toda la comunidad vikinga, haciendo que el progenitor
considerase que la visión del pequeño era finalmente la correcta.
Todo el mundo merece ser, al menos, escuchado.
Ahora, solo queda esperar para, seguro,
disfrutar (como un niño) de la segunda parte...